Solo el 15% de los niƱos que sufren bullying lo confiesa a sus familiares, por eso es tan importante su detecciĆ³n. Con la regla de las 4 Cs elaborada por NACE (No Al Acoso Escolar) nos serĆ” mĆ”s sencillo (la Ćŗltima estĆ” especĆficamente indicada para los profesores):
- Cambios: Ahora pasan cosas que antes no pasaban: Bajada de notas, cambio en los ritmos del sueƱo (dificultad para dormir, insomnio) o de la comida (a veces caen en anorexia o bulimia) , pĆ©rdida o deterioro frecuente del material escolar, cambio de itinerario para ir al colegio, desinterĆ©s por salir o relacionarse, pĆ©rdida o cambio de amigos, seƱales en el cuerpo (moratones, araƱazosā¦) o en la ropa (descosidos, falta de botones, extravĆo de prendasā¦), irritabilidad o mal humor en casa (protesta, no hay quien lo aguanteā¦), llanto aparentemente injustificadoā¦
- Campanas: āHacer campanasā es āhacer pellasā, āhacer novillosā, no querer ir al colegio; es decir, absentismo. El menor acosado presenta el sĆndrome del ādomingo por la tardeā (dolor de cabeza o de estĆ³mago, nĆ”useasā¦), que no es otra cosa que la somatizaciĆ³n de la angustia y del miedo. La intensidad de estos sĆntomas suele ser proporcional a la intensidad y a la duraciĆ³n del maltrato; y se convierte en claro indicador de la gravedad del acoso escolar que estĆ” sufriendo.
- Cuerpo: El cuerpo no miente. El niƱo se encoge, mira al suelo, quiere pasar desapercibido, se asusta fĆ”cilmente ante cualquier gesto, pierde la alegrĆa y el brillo en los ojosā¦ Puede presentar tambiĆ©n autolesiones (cortes en piernas y brazos, que intentan ocultar con mangas largas).
- Costumbres: Si llega el Ćŗltimo a clase o sale el primero es para no coincidir con sus agresores. Si pide ir al lavabo fuera de la hora de patio es porque no ha querido coincidir con ellos en ese lugar donde los encierran, los mojan, les bajan los pantalonesā¦ Si no quiere salir a la pizarra es porque se siente vulnerable ante ellos (se mofan por su forma de expresarse, por la ropa que llevaā¦). Si se acerca frecuentemente al profesor, con cualquier excusa, es porque busca su protecciĆ³n. Entender el lenguaje escĆ©nico nos da pistas importantes para saber quĆ© estĆ” sucediendo.